domingo, 29 de noviembre de 2015

¿Los niños son afectados emocionalmente?


La discusión sobre la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo acaba de recibir un favorable argumento: un estudio australiano sobre la salud de los niños que viven en familias de padres homosexuales –el estudio más grande en su tipo hasta ahora– no sólo son saludables, sino que presentan mayores índices de cohesión familiar que los niños de familias de padres heterosexuales.

El estudio que comprende 500 casos de niños adoptados en Australia afirma que “no existe diferencia estadística entre niños de parejas del mismo sexo y el resto de la población en cuanto a indicadores como autoestima, comportamiento emocional y cantidad de tiempo que pasan con sus padres. Sin embargo, los niños de parejas del mismo sexo obtuvieron mayores puntajes en el promedio nacional de salud general y cohesión familiar, que miden qué tan bien se lleva una familia.”

Según el director de la investigación, el doctor Simon Crouch de la Universidad de Melbourne, las familias con padres del mismo sexo, sean hombres o mujeres, cuentan con mejor comunicación y abordaje de problemas relacionados con el bullying escolar. 70% de los estudiantes gay y lesbianas en Queensland experimentan bullying de compañeros y maestros, lo que vuelve la cuestión un tabú que en familias con padres homosexuales se encuentra mucho más abierto a discusión.

El antiguo primer ministro de Australia, Kevin Rudd, recientemente apoyó la propuesta de igualdad matrimonial, que será discutida en septiembre. Su cambio de opinión se debió a la falta de investigación respecto a las condiciones de vida de niños viviendo con parejas homosexuales, pero espera que al igual que él otros miembros del senado australiano comenzarán a integrar la nueva información a sus decisiones.

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